12.1.08

LA CAPILLA DEL MAYOR DOLOR, SEDE CANÓNICA DE LA HERMANDAD DE JESÚS DESPOJADO. PATRIMONIO II


Seguimos en este artículo describiendo el patrimonio de la capilla.
En el presbiterio se encuentran, en sendas repisas, imágenes de santa Basilisa en la zona del Evangelio y de san José con el Niño en brazos y la vara floreada como es su iconografía tradicional en el lado de la Epístola, imágenes que pertenecieron al retablo y que ocupaban las repisas del primer cuerpo en los lugares donde hoy están San Juan y la Virgen respectivamente pudiéndose fechar a fines del S. XVIII. Debajo de Santa Basilisa hay una imagen de santa Genoveva Torres, fundadora de las Madres Angélicas, obra del imaginero Agustín de la Herranz Matorras y enfrente un retrato de la Virgen de los Reyes, patrona de la archidiócesis sevillana. Un zócalo de azulejos de arista salido de los alfares trianeros rodea el presbiterio hasta la altura de 2,10 m. En el presbiterio una puerta en el muro del Evangelio da acceso a la sacristía y otra en el lado opuesto se abre a una pequeña dependencia.

Ya en la nave en el muro del Evangelio se encuentra un lienzo copia de Murillo representando a la Sagrada Familia que forma pareja con otro situado enfrente que es otra buena copia murillesca de San Antonio abrazado al Niño Jesús y cuyos originales se encuentran en la National Gallery de Londres y en el Museo de Bellas Artes sevillano respectivamente[1]. El copista del San Antonio ha omitido la nube de ángeles que aparecen en el original del Museo sevillano, procedente del convento de Capuchinos y de igual forma el lienzo de la Sagrada Familia (Las Dos Trinidades es su nombre auténtico) omite la parte superior en la cual se ve a Dios Padre rodeado de ángeles y a la paloma que simboliza el Espíritu Santo. El original de este cuadro fue propiedad de don Carlos Francisco Colarte, Marques de Pedroso y se pintó en Cádiz. Las copias, de excelente factura, se encuentran enmarcadas en marcos de yeso dorado citándolos ya Gestoso en la descripción que hace de la capilla[2]. Estos cuadros tenían antes de la instalación de la Hermandad en la capilla unos retablos propios a ambos lados de la nave, retablos que fueron ocupados por las imágenes titulares de la Cofradía al tomar posesión de la capilla.

Al final del muro del Evangelio se abre una puerta que comunica la capilla con la actual Casa de Hermandad y sobre ella existe una Cruz con Sudario, que antes ocupaba el nicho central del retablo por detrás de la Virgen del Mayor Dolor.

En los pies de la nave, además de las lápidas con inscripciones relativas a la historia de la capilla ya citadas y transcritas, se hallan en la actualidad un cuadro con santa Ángela de la Cruz y al otro lado un cuadro de san Antonio María Claret como recuerdo de la Comunidad claretiana, anterior propietaria de la capilla. Sólo queda por citar al final del muro de la Epístola un magnífico grupo de Santa Ana enseñando a leer a la Virgen. Sobre una repisa aparece la imagen de Santa Ana representada como una mujer mayor, con semblante serio y facciones duras y a la Virgen niña que está en actitud de leer un papel en el que se adivina la frase “Amar a Dios sobre todas las cosas”. Este grupo ocupó un lugar en el retablo, concretamente donde hoy se venera a la Virgen del Mayor Dolor y se puede fechar en una época posterior al retablo. También al comienzo de la nave de la Epístola existe una lápida, descubierta el 18 de septiembre de 2005 al término de la Función Solemne que remataba el triduo a la Virgen de los Dolores y Misericordia y que reza así:

IN MEMORIAM
ANH D. ANTONIO FERNÁNDEZ RODRÍGUEZ
REORGANIZADOR, HERMANO MAYOR
Y PRIMERA MEDALLA DE ORO DE LA HERMANDAD
A LA QUE DEDICÓ TODA SU VIDA
Sevilla, 13 de febrero de 2005

Unas sencillas cruces de madera señalan en los muros de la capilla las estaciones del Vía Crucis.

Terminamos este apartado haciendo la observación de que las diferentes restauraciones llevadas a cabo han alterado el aspecto primitivo de la capilla. Aparte de la nueva disposición de las figuras en el retablo ya comentada para que los Titulares ocupen un lugar preferente y en donde llegó a figurar una imagen del Sagrado Corazón de María en los años en que la Comunidad cleretiana ocupó la capilla, al llegar la Hermandad hubieron de hacerse obras de adaptación y restauración por el mal estado en que se encontraba. Para que la Cofradía pudiese salir se suprimió un cancel de entrada de madera que ocupaba el lugar inferior del coro y que daba cobijo a dos huecos para confesionarios. El coro de los pies tenía tal función con una barandilla de madera. Antes de la restauración efectuada entre los años 1990 y 1991 existía en el presbiterio, que fue la zona más reformada, un hermoso púlpito de rejería en el lado del Evangelio y dos pequeñas tribunas con celosías de madera que daban a ambos lados del presbiterio, hoy desaparecidas, así como una falsa linterna en la bóveda presbiterial. También existieron dos tribunas a los pies de la nave como las del presbiterio, en la nave aparecían seis lunetos y otros dos en la zona del coro rodeando toda la capilla un zócalo de azulejos sustituyéndose la solería del templo por la actual. Las lápidas con inscripciones estaban en los muros laterales de la nave, a los pies.

De igual forma el retablo se ha adaptado para que las imágenes titulares ocupasen sitios preferentes variando la iconografía original como ya hemos dicho y la primitiva puerta de madera de entrada a la capilla se sustituyó por la metálica actual al mudarse allí la Cofradía. Sólo resta por decir que la capilla, aunque no se aprecie desde el exterior, tiene la cabecera y parte de los muros perimetrales exentos, dando al patio interior de la casa colindante.
[1] Ambos cuadros participaron del 15 al 31 de marzo de 1984 en una exposición celebrada en la Sala de Exposiciones del Monte titulada “Tesoros ocultos de las Hermandades sevillanas”. El San Antonio mide 2.26X1.92 m y la Sagrada Familia 2.30X1.76 m.
[2] GESTOSO Y PÉREZ, José: Op. cit pag 453.


Jesús Luengo Mena

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